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Por Salvador Guerrero Chiprés
@guerrerochipres
ES EL RETO
Ausencia de certeza sobre la justicia, de protección familiar e institucional e incluso del reconocimiento de alguna dignidad, arrojaron al Jaibo y otros adolescentes protagonistas de Los Olvidados, la película de Luis Buñuel estrenada hace 75 años, al crimen.
Justicia pronta es motor de paz y su carencia lo es de lo contrario. El conocimiento seguro y claro respecto de la capacidad para resolver problemas. También en relación con la seguridad ciudadana.
Esa lógica fue expuesta por la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, en el informe mensual de seguridad. No basta con entregar buenos resultados en cifras —aunque los hay—, el objetivo es mayor: dar certeza a la población para salir a la calle con tranquilidad.
Los datos revelan avances. Los delitos de alto impacto disminuyeron más de 10 por ciento en los primeros cinco meses del año respecto al mismo periodo de 2024. Los homicidios dolosos redujeron alrededor de 5 por ciento y este mayo fue el mes con menos asesinatos desde 2006.
El reto ahora es impactar en la percepción, la cual no responde únicamente a cifras sino a la experiencia cotidiana.
Tragedias como el asesinato de nuestros compañeros Ximena Guzmán y José Muñoz lastiman, aunque como lo dijo Brugada, no definen los esfuerzos desplegados para combatir la inseguridad. Frente a ellos y en la mayoría de los casos, hay certeza por detener a los culpables.
Lograr que los delitos bajen requiere voluntad política, coordinación interinstitucional y, sobre todo, liderazgo y convicción. El trabajo colaborativo entre Fiscalía General de Justicia y Secretaría de Seguridad Ciudadana, encabezadas por Bertha Alcalde y Pablo Vázquez, acompañado por el C5, contribuye a los resultados.
La certeza no es sinónimo de ausencia de crimen, sino de presencia de Estado y de comunidad para construir seguridad. Una noción donde no hay olvidados.
