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Policías de Nezahualcóyotl se plantaron frente al palacio local para manifestar sueldos congelados, patrullas rotas y promesas sin cumplir, exigen condiciones.
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
Una oleada de inconformidad sacudió este viernes el corazón de Nezahualcóyotl, donde decenas de elementos de la Dirección General de Seguridad Ciudadana, protestaron frente al Palacio Municipal para reclamar el olvido en que, según ellos, los tiene sumido el gobierno local.
Su principal reclamo: cuatro años sin un solo ajuste salarial, pese a los riesgos del trabajo y el aumento constante en el costo de vida.
La manifestación, encabezada por mandos y policías operativos, no fue silenciosa. Con pancartas y gritos de “¡Justicia laboral ya!”, los uniformados bloquearon momentáneamente las avenidas Chimalhuacán y Adolfo López Mateos, dos de las más transitadas del municipio. La acción fue contundente, pero el mensaje aún más: exigen mejoras inmediatas en su salario, equipo y condiciones de trabajo.
“Nos prometieron un aumento desde hace tres años y lo único que ha subido es la inseguridad y el precio de todo”, reclamó un oficial que pidió anonimato. Asegura que varias patrullas están fuera de servicio por falta de refacciones, que los chalecos antibalas ya están caducos y que, en ocasiones, los turnos deben financiar su propia gasolina para patrullar.
El malestar se multiplica ante lo que los policías perciben como un desprecio del alcalde Adolfo Cerqueda Rebollo, quien, afirman—ha ignorado sistemáticamente sus peticiones. “Ni siquiera nos recibe. Pero para organizar conciertos sí hay dinero y atención”, reprochó un mando durante el plantón.
La protesta también evidenció la fractura entre el discurso de campaña del edil y la realidad de los cuerpos de seguridad. Cerqueda, que obtuvo su reelección bajo la bandera de Morena tras su paso por el PRD, es acusado por los manifestantes de priorizar la imagen pública sobre las necesidades urgentes de la fuerza policial. “Mientras el escenario del cantante se arma con millones, nosotros seguimos con radios rotos y armas obsoletas”, dijo otro agente.
Entre la ciudadanía, las opiniones son diversas. Algunos, como Laura Torres, comerciante en la zona centro, respaldaron a los policías: “Si no los apoyan, no pueden cuidar a nadie. Todo se viene abajo”.
Las exigencias de los agentes son claras: aumento salarial retroactivo, renovación del parque vehicular, equipo táctico actualizado, seguros de vida y fondos para vivienda.
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