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Por Lengua larga
La alcaldesa Circe Camacho no se caracteriza por ser dejada, y con su estrategia de “a mi nadie me pisa ni me va a pasar por encima” convenzo hacer de Xochimilco un verdadero infierno.
Dicen los que trabajan con ella que la mujer se ha convertido en un verdadero dolor de muelas, que no hay quien la aguante y que siempre alardea con su “por mí tragan, porque yo les di trabajo”.
Incluso se atreve hablar de la gente de base, eso sí, a sus espaldas porque ya sabe que aventarse un problema con algún sindicalizado la llevaría directo a la hoguera.
Camacho olvidó que salió de lo más abajo, que construyó su éxito con base en el trabajo que a diario forjó desde el Partido del Trabajo y que, incluso, a pesar de que muchos petistas no la querían recibió no solo apoyo de esa dirigencia sino de uno que otro morenista.
Pero bueno, tal parece que el agradecimiento no es su fuerte y que ella prefiere pensar que, como asegura “soy la más chingona de las alcaldesas”; pues ahí hay que diferir un poco porque hay ediles que están haciendo un trabajo mejor y superior al de la xochimilca.
Aunque no hay que decir que Evelyn Parra y Alessandra Rojo lo están haciendo mejor porque la mujer no tolera que le hablen de ella; ni para bien ni para mal.
Lo que sí es que muchos comparan a Circe con un casique mal encarado y que se ha hecho de dinero con trabajo ajeno; y mentira pues no es.
Si no habrá que ver el camionetón en el que anda trepada y que no costó precisamente 5 pesos.
