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Janeth Marisol, servidora judicial, fue hallada apuñalada en su auto; acusan al esposo, quien intentó quitarse la vida tras el crimen en un entorno de violencia.
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
El asesinato de Janeth Marisol, técnica judicial del Juzgado Octavo Familiar de Toluca, ha dejado un rastro de horror e impotencia en el fraccionamiento Santa Elena, del municipio de San Mateo Atenco donde fue hallada sin vida en el interior de su vehículo con múltiples heridas por arma blanca.
El principal sospechoso es su esposo, Jesús “N”, quien, tras presuntamente cometer el crimen, intentó suicidarse.
La escena del crimen, en plena calle Hacienda Altamirano, sigue resguardada por elementos de la Policía de Género y peritos de la Fiscalía estatal. El automóvil Pontiac blanco, con placas del estado de Morelos, fue el último espacio que ocupó Janeth, de 39 años, cuya muerte ha generado una ola de indignación dentro y fuera del Poder Judicial.
Vecinos relataron entre lágrimas y rabia que las discusiones entre la pareja eran frecuentes, pero jamás imaginaron que terminaría en tragedia.
“Era una mujer amable, trabajadora, siempre llegaba tarde de trabajar. Esto no puede quedar impune”, añadió una residente de la privada contigua.
El magistrado presidente del Poder Judicial del Estado de México, Fernando Díaz Juárez, expresó públicamente su consternación por el crimen, al que calificó como un acto que “debe ser castigado con todo el peso de la ley”. Informó además que ya se activaron protocolos de apoyo legal y psicológico para la familia de la víctima, y que compañeros de trabajo, están siendo acompañados emocionalmente.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México continúa con la investigación bajo el protocolo de feminicidio, mientras Jesús “N” permanece bajo custodia médica en el IMSS 251 de Metepec. Según fuentes médicas, su estado de salud mejora y podrá ser presentado ante el Ministerio Público en las próximas horas.
Organizaciones feministas y defensoras de derechos humanos han exigido que el crimen no sea minimizado como “conflicto pasional”, y que el intento de suicidio del agresor no se use para dilatar la justicia.
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