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El horror para muchos se hizo realidad con la posible (aunque no todavía segura) elección de Hugo Aguilar Ortiz como probable sucesor de Norma Piña como ministro presidente, aunque todavía falta el último escrutinio en el que el INE estudiará las impugnaciones y decidirá, en definitiva, si se respeta o se nulifica la decisión popular. Sin embargo, las expresiones racistas no se hicieron esperar, los adjetivos ofensivos que han caracterizado a la oposición desde que Andrés Manuel López Obrador ascendiera al poder presidencial, con hijos incluidos; luego vinieron con la actual ministra Batres, la doctora Sheinbaum y en general a todos los que, de un modo u otro apoyamos al actual gobierno (al que ellos despectivamente llaman “régimen”).
El clasismo y racismo que aflora es lo único que les queda aparte del odio ciego, la “blanquitud” europea es inexistente en el biotipo mexicano, lo saben, y aun así, siguen perdiendo el tiempo en críticas y supuestas denuncias y en ello, continúan fallándole al país y a sí mismos. Una derecha deslavada, sin proyecto y sin entender todavía al México actual los ha hecho involucionar, cegarse, perder capital político y económico y ahondar esa brecha que ellos mismos cavaron entre la “gente de razón” y la “plebe” (así nos nombró la hija de Peña, ¿recuerdan?). con una pérdida tras otra, los partidos antes poderosos, hoy, con trabajos sobreviven y viven de noticias falsas y gritoneos absurdos en la Cámara, solamente para hacer ruido y vulgarizar, pero no para proponer, no para criticar con fundamento, no para apoyar a un cambio.
Más allá de las críticas racistas hacia Aguilar Ortiz, y en si será o no el “futuro Juárez” (espero que no), valdría la pena, por ejemplo, que se le preguntara su implicación en el caso de la activista oaxaqueña Sandra Domínguez, desaparecida y luego encontrada muerta, denunciante de los chats xxx, tema del que hablé en columnas pasadas y por el que, Aguilar Ortiz, le ofreció un cheque en blanco que ella rechazó, según relatan diarios locales y cercanos a la activista.
Su ceguera, pues, los hace también cómplices, ¿o solo es quejarse por deporte?.
Con todo, dejo aquí este apunte para que sea revisado por el INE y en su caso se deslinde o no de responsabilidad al futuro ministro Hugo Aguilar Ortiz.
Y a ustedes, oposición, ¡sean serios, ya pónganse a trabajar!
Ana María Vázquez
Escritora/Dramaturga
@Anamariavazquez
