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Reggae termina a golpes y gritos

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Concierto de la banda “Antidoping” en el municipio de Ixtapaluca degeneró en batalla campal; vecinos acusan falta total de seguridad y omisión del ayuntamiento.

REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN

El fin de semana, la explanada municipal de Ixtapaluca se convirtió en un campo de batalla improvisado cuando una multitudinaria presentación de la banda de reggae Antidoping degeneró en una riña masiva.

Lo que debía ser un evento familiar terminó en caos, gritos y golpes, dejando al menos a un hombre severamente herido y un sinfín de preguntas sin respuesta sobre la seguridad del espectáculo.

De acuerdo con testimonios recabados entre asistentes y vecinos, la violencia comenzó minutos después de iniciado el concierto, cuando un grupo de jóvenes comenzó a provocar a quienes estaban cerca del escenario. “Desde que llegaron se notaban alterados, estaban buscando pleito. Nadie los detenía”, denunció Ana Gutiérrez, habitante del fraccionamiento José de la Mora, quien presenció los hechos junto a sus hijos adolescentes.

María C., otra asistente, relató que la tensión creció rápidamente entre empujones, insultos y vasos lanzados. “Fue cuestión de segundos. Cuando volteamos, ya había golpes por todos lados y gente tirada en el piso. No había ni un policía a la vista”, aseguró.

Otros presentes, aseguraron que la seguridad fue “meramente decorativa” y que no existió ningún control de acceso o filtros para evitar la entrada de personas alcoholizadas o con objetos peligrosos.

El saldo fue un hombre brutalmente golpeado, quien fue auxiliado por algunos asistentes, pero cuya identidad y estado de salud aún no han sido confirmados por autoridades municipales. La ausencia de una postura oficial ha causado irritación entre vecinos, quienes ahora dudan de la capacidad del ayuntamiento para organizar eventos masivos de forma segura.

Vecinos de colonias aledañas también criticaron la falta de previsión. “Se sabía que iba a haber mucha gente, pero no pusieron baños suficientes, no hubo ambulancias visibles, ni rutas claras de evacuación. ¿Qué están esperando? ¿Una tragedia más grande?”, cuestionó Laura Méndez, madre de familia.

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