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REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
La mañana del viernes, la tranquilidad habitual de la carretera México-Toluca, se vio rota por una escena que se ha vuelto demasiado común en la zona: el hallazgo de un hombre ejecutado a balazos.
El cuerpo, localizado en el kilómetro 47 a la altura de Amomolulco, presentaba múltiples impactos de arma de fuego y signos visibles de violencia. Vestía pantalón de mezclilla azul y una playera negra; hasta el cierre de esta edición, no había sido identificado.
Fueron vecinos de la zona quienes, al pasar por el lugar, dieron aviso a las autoridades. “Iba con mi hija rumbo a la secundaria cuando vimos el cuerpo tirado. Es aterrador pensar que esto ya es parte del paisaje”, contó doña Carmen, madre de familia que vive en la comunidad desde hace más de 15 años.
Elementos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México acudieron para realizar el levantamiento del cadáver y comenzar con las diligencias correspondientes.
No obstante, la falta de información sobre el crimen y la identidad de la víctima ha generado inquietud entre los habitantes, quienes denuncian una creciente ola de violencia en el municipio.
“Esto ya no es Lerma, es tierra de nadie. Hace poco mataron a otro joven aquí mismo. ¿Quién sigue?”, lamentó Roberto Hernández, comerciante de la zona, mientras observaba el acordonamiento que interrumpió el tránsito por más de una hora.
La carretera, una de las más transitadas del Valle de Toluca, se ha convertido en escenario recurrente de ejecuciones y hallazgos violentos.
De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Lerma ha registrado un aumento del 15% en homicidios dolosos en lo que va del año, en comparación con el mismo periodo de 2023.
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