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Por Pedro Linares Manuel
CONSTELACIONES FAMILIARES
Lo que se esconde, regresa. En cada sistema familiar, hay miembros cuyas historias no se cuentan, cuyos nombres no se mencionan, cuyas vidas parecen borradas. Estas exclusiones no son casuales: son intentos inconscientes del sistema por protegerse de lo doloroso, lo vergonzoso, lo incomprensible. Sin embargo, lo que se excluye no desaparece; permanece en el alma del sistema y busca regresar, muchas veces a través de las generaciones más jóvenes.
Desde la perspectiva de las Constelaciones Familiares, la exclusión ocurre cuando un miembro es rechazado por su conducta (como un adicto, un criminal, un traidor), por su condición (como un hijo ilegítimo, un discapacitado, una madre soltera) o por una tragedia que nadie supo cómo procesar (muertes tempranas, abortos, accidentes). A veces, el excluido es alguien que nadie recuerda, un antepasado lejano cuyo nombre se borró. Otras veces, es un secreto a voces, del que no se habla por vergüenza.
SÍNTOMAS FÍSICOS
Las consecuencias son profundas: un nieto puede fracasar para ser leal a un abuelo que fue rechazado por “pobre”; una nieta puede sufrir soledad por la tía soltera nunca reconocida; un hijo puede enfermar gravemente como un modo inconsciente de devolver a la familia lo que no se pudo llorar. Las exclusiones se manifiestan en síntomas físicos, emocionales, relaciones tóxicas, adicciones, quiebras financieras, o incluso accidentes repetidos.
La solución no es olvidar ni justificar, sino incluir con respeto. Reconocer que esa persona existió, que su historia tiene un lugar, que su vida merece ser vista. En terapia sistémica se usan frases como: “Tú también perteneces”, “Te reconozco y te honro”, “Gracias por lo que fue, ahora sigo con mi vida”. Estas frases tienen el poder de liberar no solo al excluido, sino también a los descendientes atrapados en repeticiones dolorosas.
Sanar la exclusión es restaurar el flujo natural del sistema, donde cada quien ocupa su lugar y nadie es olvidado. Porque un sistema completo es un sistema en paz. Y cuando hay paz, la vida fluye con más amor, más salud y más libertad.
