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Por Jorge Gómez Naredo
@jgnaredo
El próximo domingo 1 de junio viviremos un hecho inédito en la historia de México: por primera vez se elegirá por voto popular a jueces, magistrados y ministros. Nunca en nuestro país se había consultado directamente al pueblo para definir a las autoridades del Poder Judicial. Esta elección no sólo representa un cambio de forma, sino una transformación de fondo: es la apuesta de la Cuarta Transformación para limpiar de raíz a uno poder corrompido.
Durante décadas, el Poder Judicial ha estado sumido en la podredumbre. Jueces que dictan sentencias a modo, magistrados que se venden al mejor postor, ministros que actúan como empleados de las élites económicas. Quien tiene un problema legal en México sabe que no entra a un sistema de justicia, sino en un mercado donde el dinero manda. El acceso a la justicia ha sido privilegio de unos cuantos, no un derecho para todos.
A lo largo del tiempo ha habido intentos por reformar esta institución: cambios superficiales, ajustes administrativos, nuevos códigos. Pero todos han fracasado. Por eso, cuando Andrés Manuel López Obrador fue presidente, impulsó una reforma de fondo: que sea el pueblo quien elija a quienes imparten justicia.
Ahora bien, ¿garantiza esta elección el saneamiento del Poder Judicial? Quienes se oponen a esta reforma aseguran que no, que es una medida populista, peligrosa, y que incluso podría erosionar la democracia. Algunos, en exageraciones delirantes, afirman que con esto se acabará la República.
Pero nada más alejado de la verdad. La elección del 1 de junio transformará las bases del Poder Judicial. Jueces, magistrados y ministros que lleguen por el voto popular sabrán que su legitimidad viene del pueblo, no de las cúpulas. Y eso los obligará a conducirse con rectitud, a ceñirse a la ley y no al dinero y la influencia.
Por eso, este 1 de junio es crucial. Se trata de una oportunidad histórica para construir un Poder Judicial más justo, transparente y verdaderamente al servicio del pueblo.
Por eso, este 1 de junio, todos a votar.
