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Sin servir los reductores de velocidad

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REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN

A poco menos de un mes de haber sido colocados, los reductores de velocidad, instalados en la  carretera Toluca-Palmillas, han fracasado en su propósito, al no reducir el riesgo para los peatones que cruzan diariamente esta peligrosa vialidad.

Aunque su implementación fue resultado de la presión vecinal tras varios accidentes, los topes no han logrado frenar la velocidad de los automovilistas que, en su mayoría, los rebasan sin disminuir la marcha.

Para María González, vecina de la colonia Ojo de Agua, en San Pablo Autopan, los dispositivos no significan ningún alivio. “No ha cambiado nada. Aquí seguimos arriesgando la vida cada vez que cruzamos. Hay coches que ni se inmutan, pasan volando”, expresó con molestia.

Esta zona ha sido una de las más afectadas por los atropellamientos, y aunque se colocaron los topes el pasado 28 de abril, no se ha visto mejora alguna.

Durante un recorrido realizado por esta redacción, se constató que la mayoría de los vehículos apenas desaceleran al pasar sobre los reductores. Algunos conductores argumentan que frenar de manera brusca podría dañar sus autos o provocar choques por alcance, lo que los lleva a ignorar los dispositivos casi por completo.

“Ni siquiera se ven bien. Si vienes manejando rápido, los topes aparecen de golpe, y eso es hasta peligroso”, comentó Juan, un repartidor que transita por la vía todos los días.
Los vecinos, cansados del abandono, consideran que las medidas tomadas por las autoridades han sido superficiales.

La preocupación es mayor entre quienes tienen hijos que cruzan la carretera a diario para ir a la escuela. “Uno ya no vive tranquilo. Siempre estoy pensando si mi hija llegará bien”, compartió Rosa Sánchez, madre de familia, con los ojos llenos de angustia.

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