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Por Eduardo López Betancourt
La relación entre la sociedad y los cuerpos policiales en México es compleja y está marcada por la desconfianza y el rencor. La falta de profesionalismo, la improvisación y la corrupción, han permitido que la sociedad tenga una percepción negativa.
La policía es un servicio público fundamental que requiere de personal capacitado y profesional. Sin embargo, en México, muchos elementos carecen de la formación y la experiencia necesaria para desempeñar su trabajo de manera efectiva. Lo cierto es que la “improvisación” es lo cotidiano, sin vocación alguna se designa policías, cuando ello debe de corresponder a quien debió estudiar una carrera especifica, donde por lo menos durante tres años, se acuda a las aulas cumpliendo un plan de estudios donde se combina debidamente lo intelectual con la condición física. Bien podemos decir que un buen gendarme, es aquel que goza de una buena presencia y una actitud de servicio.
La corruptela es un problema endémico. La extorsión, el soborno y la complicidad con el crimen organizado, son prácticas comunes que erosionan la confianza de la sociedad en la policía. En lugar de defender y servir a la sociedad, se comportan de manera represiva y agresiva.
Es necesario que se capacite y se prepare a los policías para que puedan desempeñar su trabajo de manera efectiva y con respeto a los derechos humanos. El desprecio a un agente del orden es producto de su mala actuación, al extremo de que se le teme más, en ocasiones al uniformado que al propio criminal.
Para concluir, aseguramos que en tanto no haya escuelas serias para formar eficaces ele-mentos, seguiremos padeciendo cuerpos policíacos desprestigiados algo que, inclusive, puede observarse en sus “mandos”. En efecto, cotidianamente se designan como coordinadores de policía a ineptos e incapaces, muchos de ellos con un historial delictivo, lo que al final bien podemos decir si es corrupto el superior, el inferior lo es aún más. Urgen academias policíacas serias, para restablecer el prestigio de tan importante agente al servicio de la comunidad.