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Las entradas para el Toluca-América terminó en escándalo, aficionados madrugaron para nada, pues a cinco minutos de abrir taquillas ya se habían “agotado”
REDACCIÓN
Lo que debió ser una jornada de ilusión y pasión por el futbol terminó convertida en una escena de frustración colectiva. La mañana del jueves, decenas de aficionados del Deportivo Toluca bloquearon la avenida Morelos, una de las más transitadas de la capital mexiquense, en protesta por la súbita suspensión en la venta de boletos para el partido de vuelta de la final contra el Club América.
La taquilla del estadio Nemesio Diez, programada para abrir a las 10:00 de la mañana, anunció el “agotado” apenas cinco minutos antes de su apertura oficial, lo que encendió la ira de cientos de seguidores que habían formado fila desde la madrugada, e incluso desde la noche anterior.
Entre gritos, empujones y reclamos, la multitud exigió respuestas claras a lo que calificaron como una burla. “Ahora los mismos boletos ya están en reventa en ocho o diez mil pesos. Esto no es fútbol, es negocio sucio”, acusaron. El enojo no fue menor entre los aficionados locales, como Luis Ramírez, quien durmió en la acera esperando conseguir una entrada.
El Nemesio Diez cuenta con una capacidad aproximada para 27 mil personas, pero más de 22 mil asientos están comprometidos para abonados. El resto, prometieron las autoridades del club, se liberaría en taquilla si existía disponibilidad. Sin embargo, la falta de información y la evidente presencia de boletos en reventa han levantado sospechas sobre un posible acaparamiento previo.
Ante la falta de una postura oficial por parte de la directiva escarlata y de la plataforma de venta en línea, Boleto Móvil, los manifestantes advirtieron que, de no obtener respuesta, podrían tomar medidas más drásticas, como bloquear otras vialidades importantes o manifestarse el mismo día del partido. Cientos de usuarios acusaron corrupción, falta de transparencia y exigieron sanciones contra los revendedores. Piden que la Federación Mexicana de Fútbol intervenga para garantizar que los boletos no terminen en manos de quienes lucran con los aficionados.
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