712 lecturas
Por Eduardo López Betancourt
elb@unam.mx
Es hora de exigir gente capaz
El Sexto Tribunal Colegiado en Materia Laboral del PJF, con sede en la CDMX, se encuentra sumido en el caos, reflejo de la situación en la mayoría de los órganos de justicia federal. La falta de responsabilidad, el manejo indebido de los asuntos y el constante retraso en la tramitación de casos han desencadenado un entorno anárquico. Un ejemplo claro de esta problemática es la reciente improvisación de Sandra Verónica Camacho Cárdenas como Magistrada. Su nombramiento, pese a su evidente falta de preparación y manifiesta incapacidad, resulta una muestra alarmante de influencias y posible corrupción en el ámbito judicial.
Su designación ha puesto de relieve varias controversias, como el caso de un respetado docente universitario que, habiendo ganado en seis ocasiones su queja para la adjudicación de su plaza académica, vio revocado su derecho debido a una promesa que Sandra Verónica Camacho Cárdenas recibió para dar clases en la UNAM. Este docente ahora enfrenta la incertidumbre de que su queja en el ámbito federal sea atendida adecuadamente, mientras que la conducta de la Magistrada plantea serias dudas sobre la idoneidad de su permanencia en el cargo.
La situación en los tribunales del País es desalentadora, con un crecimiento descontrolado del burocratismo y las injusticias. El caso de esta Magistrada no es aislado, numerosos personajes en el Poder Judicial Federal exhiben la caída de un sistema que alguna vez fue respetable en México. Es preocupante que estos temas también se extiendan al ámbito electoral, especialmente de cara al proceso del próximo 1 de junio. El contexto actual hace temer un empeoramiento de un escenario ya de por sí grave, lo que debe llamar a la sociedad a moderar unas elecciones viciadas de origen, que siguen adelante de manera inquietante.
Una de las soluciones propuestas es la elección de jueces por sufragio, lo cual, en principio, es un paso acertado. Sin embargo, es crucial asegurar un proceso electoral adecuado que permita seleccionar a los candidatos más aptos. Actualmente, una buena cantidad de aspirantes con antecedentes corruptos amenaza con ocupar importantes cargos.
El País merece jueces íntegros y preparados. Es hora de exigir un proceso transparente que garantice la elección de los mejores candidatos.
