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Por Eduardo López Betancourt
Cuando ilícitamente fue Presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, precisamos el señalamiento, ya que la historia consagra en lo que bien puede considerarse “un asalto al poder”, en el que se sobrepusieron intereses creados, particularmente del testarudo y nada brillante, Miguel de la Madrid, quien, cual monarca impuso a Salinas como su sucesor, aunque claramente, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, a todas luces fue el ganador electo por el pueblo, más al final, Salinas, “El Impostor”, se hizo gobernante en perjuicio de la nación.
Su periodo presidencial fue fatal para el País. Entre otras perversidades, construyó la famosa “Autopista del Sol”, que conectó el Estado de Morelos con el Puerto de Acapulco y, desde su inauguración, no ha dejado un solo día de tener reparaciones por ser incorrectamente trazada, además de que se utilizaron materiales de pésima calidad.
El usuario paga cuotas de peaje sumamente altas y a cambio debe circular constantemente en un solo carril, donde también transitan vehículos pesados, de veinte y más llantas, creando un conflicto en el cual, el automovilista no recibe un buen servicio.
“La Autopista del Sol” es verdaderamente trágica. Todo lo que se ha gastado en reparaciones y se sigue haciendo, tiene un valor cinco veces mayor que si se hubiera hecho de forma correcta desde su inicio y esto es solo un ejemplo de las múltiples atrocidades de quien hizo un daño irreparable a México. En el aspecto económico, con cinismo aberrante, le quitó tres ceros al peso, por lo que podemos decir que nuestra moneda sufrió la peor devaluación de su historia. Es una amarga realidad el que debemos de aceptar que el verdadero valor del dólar es superior a los veintidós mil pesos, ya que, las mentiras de Carlos Salinas no dejan de estar presentes, lo que es verdaderamente patético e inaceptable; por si fuera poco, fue culpable del famoso “Error de Diciembre”, que provocó la hecatombe de la que aún no tenemos esperanzas de salir adelante.