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Historia de la Chaira, la Fifí y la Neta

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Por Sabina Berman

El desplegado lo redactó la Fifí a su escritorio de vidrio templado.

Un desplegado ardiente para defender a Norma Piña, primera presidenta mujer de la Suprema Corte de Justicia. 

La habían caricaturizado en el programa de TV Operación Mamut –un señor con peluca negra y tacones, vestido negro de por medio, la imitaba—y el desplegado pedía total apoyo a la Suprema Corte del Poder Judicial –“pilar de nuestra democracia”—y a la ministra presidenta –“feminista como nosotras”.

Bajo el desplegado la Fifí indicaba:

Díganme quien lo firma y lo publico en redes hoy a las 6 PM.

En el chat fueron apareciendo las adhesiones a lo largo de la mañana, pero a medio día apareció un mensaje más largo, de la Chaira.

“Compañeras periodistas”, iniciaba, para luego aseverar que el desplegado debía vetarse porque no era feminista, era partidario, y de la Derecha más reaccionaria. “No vamos a censurar caricaturas, nosotras abogamos por la libertad de expresión.” “Y no hay misoginia en la caricatura de la presidenta ministra, se le critica por sus acciones humanas, no por su condición de mujer.” Además, agregaba: “el Poder Judicial es pilar de la Oligarquía, no de la democracia. ¿Sabes cuántos mexicanos consideran a los jueces corruptos? 2 de cada 3. ¿Y por qué? Porque lo es, corruptísimo. Por eso debemos apoyar la total reforma del Poder Judicial, empezando por su Suprema Corte.”

Ardió el chat.

La Chaira observaba el incendio en su celular sentada en un sofá blanco en el centro del extenso jardín de su condominio. La Fifí observaba el incendio en su celular sentada en un sofá arrinconado en su apretado departamento de la colonia Condesa.

¿Por qué era la Chaira chaira, si vivía de extensas rentas? ¿Por qué era la Fifí fifí, si vivía de dar conferencias y escribir artículos?

Porque a la Chaira le gustaba estar en espacios abiertos y entre multitudes y a la Fifí en espacios pequeños reservados para gente rica.

Resultó que 30 de las 31 periodistas eran fifís; y una era chaira: la Chaira. Se notó cuando el chat de pronto empezó un camino inverso al incendio: fueron desapareciendo personas.

Fulana ha salido del chat. Fulana ha salido del chat. Fulana ha salido del chat.

Para la tarde la Chaira estaba solita y abandonada al fondo del chat.

Las fifís se habían ido a un nuevo espacio reservado para solo ellas. Un nuevo chat, donde terminaron de publicar sus adhesiones a la ministra presidenta.

El desplegado se publicó en redes y alcanzó 3 mil adhesiones.

Muchísimas para un desplegado en redes. Poquísimas para un país de millones de habitantes.

Por eso es que la presidenta ministra ya no lo es, y su Suprema Corte tampoco ya lo es, y el Poder Judicial que presidía ha sido vaciado de jueces y ahora los chairos irán a votar por los jueces y por los ministros –y el ministro que obtenga más votos será la ministra presidenta del nuevo Poder Judicial.

¡Ah la maldita democracia! Le gustan los espacios abiertos llenos de multitudes.

Esta es la Neta.

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