401 lecturas
Por Eduardo López Betancourt
La situación en Gaza y Cisjordania, es un ejemplo claro de la complicidad mundial, ante un conflicto que ha causado más de sesenta mil muertes y heridos, incluyendo mujeres, niños y ancianos, solo por lo que hace a palestinos y, más de mil del Estado de Israel.
La pregunta es, ¿quién es responsable por no hacer lo suficiente para detener la masacre? Somos todos, los gobiernos, las instituciones internacionales y la sociedad civil en general, han fallado en su deber de proteger a la población y de promover la paz y la justicia.
La falta de solidaridad y acción, es un reflejo de la perversa y desigual guerra que se libra en el mundo, donde las principales potencias proporcionan armas y apoyo económico para mantener una economía bélica, mientras que inocentes pagan el precio.
Es hora de que la comunidad internacional se una para exigir un alto el fuego, así como una solución justa, duradera y que los gobiernos e instituciones internacionales, asuman su responsabilidad, pero, no basta solo con ello, sino que cada uno de nosotros, en nuestras áreas, luchemos por la paz. Los maestros en las aulas, los ejecutivos en sus influyentes labores, los obreros en sus lugares de trabajo, los artistas en sus creaciones, los líderes religiosos en sus comunidades, etc., todos podemos hacer algo para promover la comprensión, particularmente, educar a nuestros hijos sobre la importancia de la tolerancia y el respeto mutuo.
La complicidad mundial en este conflicto es una muestra de la falta de respaldo y humanidad que caracteriza a nuestra sociedad. Debemos cambiar y trabajar juntos para crear un mundo más justo y pacífico. Todos podemos colaborar ¿Qué vas a hacer tú?
Ante tal planteamiento, debemos insistir en que nadie está exento de una culpa generalizada, al igual que en el caso de Gaza y Cisjordania, hay otros sitios en el mundo, donde también se padece la infamia de la guerra, la cual se origina por la economía de países que no han saciado su invertebrada conducta de amar a Ares y Marte por encima de todo, cuando es momento de imponer las consejas de Eirene y Pax. Insistimos, todos tenemos en este momento una gran responsabilidad.
