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En Toluca una de las principales armadoras de autos decidió frenar su producción al menos un mes para reorganizar su estrategia de ensamble
REDACCIÓN, GRUPO CANTÓN
EdomeX.- La planta de Stellantis en Toluca ha cesado temporalmente su producción debido a los recientes aranceles impuestos por Estados Unidos a los vehículos importados.
Esta decisión, que forma parte de una serie de ajustes globales de la compañía, también ha afectado a plantas en Canadá y ha resultado en el despido de 900 trabajadores en territorio estadounidense.
La medida refleja el impacto directo de los cambios en la política comercial internacional, generando incertidumbre en la economía regional y debilitando la estabilidad del sector automotriz.
La fábrica de Toluca, donde se ensamblan modelos como Ram y Jeep, destina el 90% de su producción al mercado estadounidense. De acuerdo con datos del Inegi, la interrupción programada para abril podría representar la pérdida de alrededor de 14 mil unidades no ensambladas.
En un comunicado interno, Antonio Filosa, presidente de Stellantis para América, señaló que la compañía está evaluando el impacto de los aranceles en sus operaciones a mediano y largo plazo, pero que han optado por acciones inmediatas para enfrentar la situación.
“Hemos decidido interrumpir temporalmente la producción en algunas plantas de México y Canadá”, informó.
Si bien Stellantis no ha confirmado despidos en Toluca, la suspensión de actividades afecta directamente a cientos de trabajadores de la línea de ensamblaje y también impacta a una extensa cadena de proveedores locales que dependen de la operación continua de la fábrica.
Representantes del sector han advertido que, si la situación se prolonga, podría generar un efecto dominó que repercutiría en el empleo y la economía regional.
Toluca ha sido un punto estratégico para la industria automotriz debido a su infraestructura, conexión con corredores industriales clave y proximidad al mercado estadounidense.
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