Síguenos

¿Qué estás buscando?

EdoMex

Joven desaparecido en el Santiago Tianguistenco es encontrado muerto

Visitas

La violencia ha permeado hasta los espacios educativos, donde alumnos, maestros y padres de familia conviven diariamente con la zozobra y ante la desconfianza

REDACCIÓN, GRUPO CANTÓN

El cuerpo sin vida de César Luis, de apenas 17 años, fue encontrado con múltiples impactos de bala en un terreno baldío de Santa Cruz de Bravo, del municipio de Santiago Tianguistenco, confirmando los temores de su familia tras reportarlo desaparecido cuando salió rumbo al gimnasio.

Este crimen, ocurrido en un municipio que hasta hace poco era considerado relativamente tranquilo, no es un caso aislado: forma parte de una escalada de violencia que ha convertido al Estado de México, en un territorio de alto riesgo para niños y adolescentes, sembrando el pánico en comunidades escolares que hoy exigen protección urgente.

El hallazgo del joven estudiante se produjo gracias a una llamada anónima que guio a su madre hasta el lugar donde yacía su hijo, en una escena que ha dejado una profunda herida en esta localidad.

Paramédicos que acudieron al sitio solo pudieron confirmar lo evidente: César Luis fue ejecutado con saña, sumándose así a una lista creciente de menores cuyas vidas han sido truncadas por la violencia que azota la entidad.

La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), inició una carpeta de investigación, pero como ocurre en la mayoría de estos casos, las promesas de justicia chocan contra un muro de impunidad que solo alimenta más dolor.

El crimen de César Luis ocurre en el contexto de una ola de violencia que ha cobrado víctimas cada vez más jóvenes. Solo dos semanas antes, Toñito, un niño de 9 años de San Pedro Zictepec, en Tenango del Valle, fue asesinado

Y en Otumba, Israel, de 12 años, esperaba a un amigo para ir al circo cuando recibió un disparo mortal que transformó una tarde de ilusión en una tragedia en la zona.

Estos crímenes, ocurridos en menos de un mes, comparten características aterradoras: las víctimas eran estudiantes en entornos supuestamente seguros, sus agresores en muchos casos, son también adolescentes, y la respuesta estatal llega tarde, cuando el daño ya es irreparable pues los adolescentes han perdido la vida.

TE RECOMENDAMOS:

Te puede interesar

Advertisement