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El Estado de México enfrenta un escenario adverso en cuanto a disponibilidad de agua. Cambio climático, crecimiento poblacional y sobreexplotación nos afectan
REDACCIÓN, GRUPO CANTÓN
Ante la creciente crisis hídrica que afecta a la entidad mexiquense, el gobierno estatal y diversas organizaciones civiles han intensificado sus esfuerzos para implementar estrategias que permitan la recuperación y conservación de los recursos hídricos de la región.
Uno de los proyectos más ambiciosos dentro de estas iniciativas es la rehabilitación y fortalecimiento del Parque Estatal Sierra de Guadalupe, un espacio clave en la recarga de acuíferos y la preservación del equilibrio ecológico.
En particular, el Parque Estatal Sierra de Guadalupe, una de las áreas naturales protegidas más relevantes, sufre un deterioro significativo en su infraestructura hídrica.
Para enfrentar esta crisis, la organización civil Pro Natura, en colaboración con el gobierno del Estado de México, ha impulsado el proyecto “Sierra de Guadalupe Resiliente Agua, Naturaleza y Comunidad”. Esta iniciativa contempla la construcción de 80 nuevas presas de gavión distribuidas en los municipios de Coacalco, Ecatepec y Tlalnepantla, con el objetivo de fortalecer la infraestructura hídrica y garantizar una mejor recarga de los mantos acuíferos.
Elvia Alba Rojas, coordinadora general de Conservación Ecológica de la Secretaría del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible (SMAyDS), explicó que previo a la ejecución del proyecto se realizó un estudio técnico para determinar los puntos estratégicos donde se construirán las nuevas presas.
En este sentido, se ha previsto que 37 de ellas se ubiquen en Coacalco, 29 en Ecatepec y 14 en Tlalnepantla.
El impacto del proyecto será significativo. Se estima que las nuevas presas permitirán la recuperación de 15.5 millones de metros cúbicos de agua al año, lo que equivale a dotar del recurso a aproximadamente 170 mil personas. Esta medida busca mitigar los problemas de desabasto que han afectado a miles de familias en estos municipios en los últimos años.
El proyecto contribuirá a disminuir los riesgos asociados a lluvias extraordinarias, evitando inundaciones y deslaves que amenazan a las comunidades asentadas en las faldas de la Sierra de Guadalupe.
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