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Por Juan R. Hernández
La excandidata del PRD, Rita Cecilia, dirigente de la Asociación Nueva Aztlán, hizo una interesante reflexión sobre lo que se disputa en el PRD de la Ciudad de México y su respaldo a Nora Arias. “En Cuauhtémoc defendemos el registro del PRD CDMX que constituyó Nora Arias.
Fue una de los 11 candidatos que aceptó contender solo por el PRD en 2024, siendo la única fuerza política de la Ciudad que tenía una nutrida convocatoria y participación partidaria de Nueva Izquierda, coadyuvando con el entonces presidente Jesús Zambrano Grijalva, caminando con él durante tres años, y quien no fue para dar la cara por nuestro equipo.
A pesar de saber que era muy difícil ganar mi distrito, se designó a la ciudadana Mónica Sandoval como candidata a Diputada Federal, quien no es perredista, su residencia corresponde a la GAM y solo se apareció en la repartición de candidaturas. Hoy, forma parte de la bancada del PRI.
Malas decisiones tomadas por los personajes que se creen dueños del PRD. Gracias a nuestros votos, Alessandra Rojo de la Vega llegó como alcaldesa en Cuauhtémoc, y a quien invitan a participar en el ‘gobierno de coalición’ es a Verónica Juárez, candidata al Senado con residencia en Miguel Hidalgo.
Hoy, los que impugnan el registro del PRD, como Polimnia Romana SB, Rocío Sánchez Pérez, Alfa González, Isaías Villa González, Carlos Estrada Meraz y Ángel Ávila, son personajes que hicieron campaña en 2024 más por el PAN que por el PRD. Los invito a que revisen su ‘trabajo social’ en sus redes. Esto demuestra que lo que menos les importa es el partido; lo que buscan es poder y dinero.
Los que tenemos la convicción de ayudar y servir a los más vulnerables no hemos parado de trabajar con la gente en las colonias. Nosotros no abandonamos las causas por falta de recursos, porque nuestro mayor recurso es el amor y corazón. El PRD necesita cuadros políticos nuevos y no viejos lobos de mar.
Es fundamental recuperar la mística por la que fue creado nuestro partido, con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas. Debemos retomar el rumbo de un partido que ha contribuido a causas nobles y justas, un partido que enarbole y defienda las banderas de las agendas prioritarias para la humanidad.
