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Por Eduardo López Betancourt
elb@unam.mx
ES NECESARIO RETOMARLA
El mundo enfrenta un severo problema, en cuanto al trato que se lleva a cabo en el ambiente comunitario. La indiferencia, la falta de respeto y la actitud negligente, son cada vez más comunes, esto se refleja en la falta de consideración hacia menores, ancianos, personas con discapacidad y mujeres.
La educación cívica y social es fundamental para enseñar a las nuevas generaciones a respetar. Sin embargo, esta asignatura ha sido marginada en las escuelas, especialmente en México. En el pasado, la educación cívica y social se enseñaba en las escuelas secundarias, para fomentar la consideración hacia los demás, pero, con el tiempo la materia fue eliminada, lo que ha llevado a una generación de personas que no saben, insistimos, como tratar con respeto y consideración. La falta de educación cívica y social se refleja en la forma en que las personas se comportan en la vida cotidiana. Por ejemplo, es común ver a quienes gritan, abusan y se sienten protagonistas, sin pensar en los demás.
Otro punto importante, es la falta de respeto a los padres, lo cual es un problema que se ha vuelto cada vez más habitual y que puede llevar a situaciones graves en la familia y en la sociedad en general. Es imprescindible que se tomen medidas para avivar la educación cívica y social en las escuelas y en general, en la comunidad. Esto puede incluir la implementación de programas de educación, así como campañas públicas para fomentar el respeto y la consideración.
En conclusión, la educación cívica y social es fundamental, por lo que se hace necesario se tomen acciones para ejercer esta educación en las escuelas y en la sociedad en general.
