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Resulta absurdo que el propietario de al menos 20 empresas entre las que se cuenta la segunda televisora del país, financieras, fondos para el retiro, Totalplay, Grupo Dragón, Tiendas NETO, Italika, UPAC, Agencia I, Punto de Bolsa, etc., que continúa recibiendo beneficios del estado a través de concesiones haya demandado a ocho comunicadores (llamados despectivamente youtuberos) por, haberle ocasionado “pérdidas millonarias” en lo que llamó una “campaña orquestada” para que los usuarios de Banco Azteca, cerraran sus cuentas. ¿Es en serio?, lo desproporcionado de la demanda civil interpuesta en Jalisco (estado Panista), a cargo de un pull de más de 15 litigantes en un juicio civil que reclama la pérdida de más de 800 millones de pesos; el absurdo atenta, desde luego, contra los principios fundamentales de la libertad de expresión y ha sido expuesto en la mañanera con el total apoyo de la presidenta Sheinbaum.
La realidad es que las acciones de Ricardo Salinas han venido en caída libre por sí mismas, todo está documentado en los históricos de prensa y hay un análisis en la Revista Fortuna del 3 de diciembre del 2024; la realidad es que hasta marzo pasado el adeudo fiscal del empresario era de 63 mil millones más multas y recargos que son, por supuesto acumulativos; la realidad es que también tiene un adeudo en Estados Unidos de 110 millones de dólares (y que un juez mexicano pretendía que pagáramos usted y yo); la realidad es que por primera vez sus recursos judiciales van siendo cada vez menores al no contar ya con el respaldo que antes tuvo en la Suprema Corte, y que probablemente será multado por inundar con 38 recursos para empantanar el proceso judicial que se le sigue por una multa de 67 millones de pesos.
El empresario “libertario” pretende silenciar a la prensa para no difundir ni cuestionar, o exponer los múltiples fraudes que comete con los cuentahabientes, sin embargo, nadie lo silenció cuando exigió a sus trabajadores presentarse a laborar en plena pandemia, cuando desde su televisora ha mentido y tergiversado información en perjuicio de los ciudadanos, como los constantes llamados a no votar, no pagar impuestos y no vacunarse.
El “libertario” parece decir: “hágase mi voluntad en los bueyes de mi compadre”. Lo cierto es que, para el “empresario”, sus años de gloria están acabando.
Ana María Vázquez
Escritora/Dramaturga
@Anamariavazquez
