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La actual estrategia de detener a las células delictivas del crimen organizado, combinando atención a las causas, educación e inteligencia comienza a dar resultados, la desarticulación y aprehensión de jefes delictivos va en aumento, los programas sociales brindan una oportunidad de otra vida a los jóvenes, aunado con los programas informativos que desde la escuela conforman otro “sembrando vida”, más profundo y a largo plazo. Los índices delictivos según el último reporte van en descenso, sin embargo hay todavía muchos pendientes y pacificar zonas como Sinaloa o Guerrero; el litigio que México inició desde el sexenio pasado con los proveedores de armas en Estados Unidos en lo que el diario El País llamó “río de hierro” constituye uno de los asuntos más difíciles de resolver; los grupos delincuenciales están armados con equipo de última generación, en enfrentamientos con la Guardia Nacional esta lucha es desigual y eso impide el rápido desmantelamiento de células violentas hacia la pacificación.
Algo que es de llamar la atención es que, por primera vez, regidores de municipios también han sido judicializados por sus nexos por el crimen organizado, sin embargo, un gran pendiente son los políticos, industriales y hasta gobernadores que han sido vinculados al crimen organizado, un reportaje de Infobae del 13 de Febrero del año pasado señala a Enrique Alfaro, Cuauhtémoc Blanco y muchos otros con posibles nexos con el crimen organizado; recientemente Miguel Ángel Yunes ha entrado en la lista; sería deseable que por primera vez, las investigaciones fueran a fondo y los expedientes no se detuvieran ni los periodistas que denuncian fueran amenazados.
El crimen organizado no puede sobrevivir sin el poder político aquí, en Estados Unidos y en el mundo; el contubernio, intercambio de favores y el propiciar que se creen nuevas empresas por familiares de miembros de cárteles para lavar dinero, son prácticas que aún siguen.
No podemos ya seguir tolerando que desde la política se tolere y beneficie al crimen organizado, es necesario que la estrategia de seguridad vaya más allá, sin miedo, y se comience a judicializar a los que, amparados por un fuero o un partido, favorecen a los grupos delictivos de alto impacto.
Ana maría Vázquez
Escritora/Dramaturga
@Anamariavazquez
