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Por Lengua larga
El panista Héctor Barrera está muy molesto porque no es el presidente del PAN en la Ciudad de México, y es que donde manda capitán (Jorge Romero) no gobierna un simple y común marinero.
Pero bueno, como buen viejo lobo de mar Barrera está buscando aliados y entre ellos encontró a otro que más sabe por viejo que por diablo. Mario Villanueva es el particular de Mauricio Tabe en la alcaldía Miguel Hidalgo y junto a Miguel “el gordo” Errasti se hicieron la repartición del PAN sin contemplar a la dirigente, Luisa Gutiérrez Ureña.
Ella, dicen, solo es la cara bonita del PAN, que muestra el como es una verdadera panista en la capital. Educada, con valores, bien vestida y creyente de que la mujer puede empoderarse pero no tanto porque su jefe es Jorge Romero y en el PAN capitalino se hace lo que el amo y señor manda.
Los comités y las comisiones se repartieron entre Barrera, Errasti y Villanueva; con ello también el dinero que reciban para hacer y deshacer a su antojo.
Dicen por ahí que el único que respeta a la señora presidenta es Villanueva pues es el único que no se ha atrevido a hablar de ella como lo han hecho los otros dos que de educados no tienen nada.
Esta columnista espera que Errasti ahora si trabaje porque cuando fue concejal en Miguel Hidalgo se la pasó más de viaje que laborando en la alcaldía. Pero bueno, dicen que mucho ayuda el que no estorba y él se lo tomó muy a pecho.
