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Lengua larga
Por ahí dicen que más rápido cae un hablador que un cojo, hay que preguntarle a Federico Chávez Semerens porque anda por los pasillos del Congreso de la Ciudad de México lamentándose como la Llorona.
¡Ay mis moches, ay mis moches! A esta columnista le aseguraron que el panista anda recorriendo las curules de varios diputados para convencerlos que lo corrupto no lo aprendió de Christian Von Roehrich, que lo suyo es nato.
Recientemente se soltó la polémica en el Recinto de Donceles luego de que el morenista, Pedro Haces, evidenciara a Chávez de pedirle dinero para aprobar el punto de acuerdo que habla de la Fiesta Brava.
Y bravo quedó Federico cuando se dio cuenta que no le iban a dar dinero y que su reputación, que ya bastante herida estaba, estaba por los suelos.
Todos los diputados de Morena se le fueron encima al panista tras la osadía de pedirle dinero a Pedrito; ¿pero qué les sorprende? si este muchacho está emanado de una de las manos más corruptas de los quintos aunque él intente desmarcarse.
Tanto fue su miedo que por la tarde del martes subió a la sala de prensa a pedir clemencia a los reporteros que ahí estaban, intentó convencerlos de que lo que Pedro Haces decía era una vil mentira.
Bien lo dijo él en su video de justificación que montó en las redes sociales, ¿extorsión o cubas? el panista no tuvo empacho en decir que le gusta “el chupirul” y se nota porque a la sala de prensa llegó bastante pasado de copas y sumamente desalineado.
¡Qué fichita!