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- Migrantes llegan en vuelos civiles al AIFA
- Rechaza mandataria criminalización de migrantes en EU
- Gobierno mexicano investiga violaciones de derechos humanos
JUAN R. HERNÁNDEZ
Ciudad de México.- Entre el 20 y el 28 de enero, México ha recibido en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) a 6 mil 243 migrantes deportados de Estados Unidos, informó la presidenta Claudia Sheinbaum, quien detalló que el 76% de los deportados durante este periodo son mexicanos, mientras que el resto proviene de otras nacionalidades.
Desde Palacio Nacional, la mandataria precisó que, entre el 20 y el 26 de enero, llegaron 5 mil 282 personas, de las cuales 4 mil 83 son mexicanas. El 27 de enero arribaron 527 migrantes (355 connacionales) y el 28 de enero se contabilizaron 435 personas.
“En el caso de migrantes no mexicanos, el Instituto Nacional de Migración (INM) abre distintas posibilidades; la mayoría desea ser repatriada a sus países de origen, principalmente en Centroamérica, y se les facilita el transporte para ello”, señaló Sheinbaum a Grupo Cantón.
“No estamos de acuerdo con el trato a personas migrantes como criminales”, dijo Claudia Sheinbaum (@Claudiashein) tras la decisión de Donald Trump de enviar a los migrantes deportados a Guantanamo. pic.twitter.com/g8BJnQa4sx
— Emeequis (@emeequis) January 31, 2025
CONDICIONES DE LLEGADA
Cuestionada por Diario BASTA! sobre las condiciones en que estas personas han llegado al AIFA, Sheinbaum informó que los deportados son trasladados en vuelos civiles y, al llegar, se les pregunta sobre la forma en que fueron expulsados de EU.
Hasta ahora, se han registrado dos quejas por presuntas violaciones a derechos humanos: una de una mujer guatemalteca y otra de un ciudadano mexicano.
“Estos casos ya fueron presentados como quejas ante el ICE, y también se levantó una denuncia ante el Gobierno de Estados Unidos para que se investiguen las posibles irregularidades”, destacó la Presidenta.
REDADAS MIGRATORIAS EN EU
La mandataria rechazó que la administración de Donald Trump lleve a cabo una política de criminalización de la migración, a pesar de las redadas en ciudades santuario como Nueva York.
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