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- Se deben cumplir procesos legales internacionales
- Comisión de Nombres Geográficos de la ONU puede renombrar lugares
- Organización Marítima Internacional define límites territoriales
JUAN R. HERNÁNDEZ
Ciudad de México.- Ante la controversia generada por el supuesto cambio de nombre del Golfo de México a Golfo de América anunciado por Google, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció que enviará una carta formal a la empresa a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
En dicha carta, Sheinbaum Pardo explicará de manera puntual el proceso internacional necesario para modificar el nombre de mares y otros accidentes geográficos.
“Esto se hace no solo por un país, sino por un consenso de países”, puntualizó la mandataria quien hizo referencia al caso del Río Bravo, conocido como Río Grande en Estados Unidos.
La carta, que será presentada públicamente, incluirá un contexto histórico preparado por el politólogo e historiador José Alfonso Suárez del Real, quien actualmente funge como asesor de comunicación de la presidencia.
Sheinbaum también señaló que aprovechará para aclarar los mecanismos y criterios bajo los cuales se pueden cambiar nombres geográficos a nivel internacional.
La presidenta Claudia Sheinbaum reveló que están redactando una carta que será enviada hoy a Google para explicar la composición de los mares y sus potestades, tras el cambio en Google Maps del nombre del Golfo de México pic.twitter.com/nkVHfBcJLO
— Azucena Uresti (@azucenau) January 29, 2025
¿QUIÉN PUEDE CAMBIAR NOMBRES GEOGRÁFICOS?
El cambio de nombre de un accidente geográfico, como el Golfo de México, no puede ser decidido unilateralmente por un país o entidad privada. Estos cambios están regulados por un marco legal e institucional que involucra tanto organismos nacionales como internacionales.
En el ámbito internacional, la Comisión de Nombres Geográficos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) supervisa los procesos relacionados con estas modificaciones. Aunque esta comisión no tiene un poder vinculante, actúa como mediadora para facilitar acuerdos entre países, especialmente cuando se trata de zonas compartidas.
El Golfo de México, al ser compartido por México, EU y Cuba, tiene una relevancia geográfica, cultural y económica significativa. Por ello, cualquier cambio en su nombre requeriría acuerdos multilaterales entre los países involucrados.
Además, la Organización Marítima Internacional (OMI), encargada de regular la seguridad y el tráfico marítimo, también debería participar en el proceso.
RAÍCES HISTÓRICAS
El nombre “Golfo de México” tiene profundas raíces históricas que datan del siglo XVI, cuando exploradores españoles lo denominaron así debido a su ubicación geográfica cercana a la península de Yucatán. De hecho, un cambio de esta naturaleza requeriría no solo el consentimiento de México, sino también la de organismos internacionales como el UNGEGN.
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