398 lecturas
Por Gustavo Infante Cuevas
Finalmente, llegó el momento esperado. Tras meses de incertidumbre y una polémica cancelación, Omar Chávez, hijo del legendario Julio César Chávez, enfrentó al medallista olímpico Misael Chino Rodríguez en la Arena Potosí. Y aunque el apellido Chávez pesa en el boxeo, esta vez no fue suficiente para llevarse la victoria.
En una pelea que dividió opiniones y encendió las emociones de los asistentes, Rodríguez se impuso por decisión unánime con tarjetas de 96-94, 97-93 y 98-92. El Chino mostró técnica y empuje, dejando claro por qué sigue invicto con un récord de 15 victorias, siete de ellas por nocaut.
Por su parte, Omar Chávez, con una marca de 42 triunfos y dos derrotas, no pudo celebrar con su padre al caer frente a un rival más disciplinado y preparado. Aunque las dudas sobre su preparación y confianza eran evidentes, la pelea sirvió para definir las diferencias entre ambos.
Rodríguez consolida su lugar como una de las figuras del boxeo mexicano. Mientras tanto, Omar Chávez deberá replantearse su camino en un deporte que no perdona errores ni confianza excesiva. En San Luis Potosí, fue el Chino, quien se llevó los aplausos y dejó claro que en el boxeo, el apellido no gana peleas.