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Juan R. Hernández
La CDMX enfrenta múltiples desafíos en su día a día, algunos visibles y otros invisibles, pero igualmente graves. Uno de los más persistentes es la falta de visibilidad y actualización en la nomenclatura de las calles y avenidas.
Este problema, que afecta la vida diaria de los capitalinos, fue señalado por la diputada Silvia Sánchez Barrios, quien subrayó la urgencia de una acción coordinada entre las autoridades de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (SEDUVI), la Secretaría de Movilidad (SEMOVI) y las alcaldías para resolver esta situación.
Al presentar una Proposición con Punto de Acuerdo con el fin de mejorar la identificación de las calles, destacando que, a pesar de contar con más de 25 mil calles distribuidas en más de dos mil colonias, muchas de ellas presentan nombres ilegibles, desactualizados o, incluso, duplicados. La duplicidad de nombres, como las 644 calles con el nombre de Hidalgo o las 438 de Guerrero, agrava aún más la situación.
Esta coincidencia de nombres no solo dificulta la localización de domicilios, sino que también retrasa la ejecución de proyectos urbanos, afecta el registro de propiedades y entorpece la recaudación de impuestos. Por si fuera poco, el déficit de 29 mil placas de nomenclatura robadas o deterioradas sigue siendo un tema pendiente. Por otro lado, otra tragedia se suma a la lista de eventos lamentables en la capital: la muerte de un joven de 22 años en un gimnasio de Iztapalapa, aparentemente a causa de un infarto.
Aunque las causas del deceso aún están por esclarecerse, se especula que el joven habría consumido sustancias prohibidas para mejorar su rendimiento deportivo. Este incidente refleja un problema recurrente en los gimnasios de la ciudad, donde instalaciones mal acondicionadas, instructores sin certificación y el uso de sustancias peligrosas son cuestiones poco reguladas.
Este tipo de tragedias son evitables. Las autoridades deben ser más estrictas con las normativas y garantizar que los gimnasios cuenten con las condiciones adecuadas para operar, así como exigir la certificación de los instructores.