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Por Ricardo Sevilla
El Zócalo capitalino se convirtió en el escenario estelar del pueblo de México, cuando la presidenta Claudia Sheinbaum presentó su informe de los primeros 100 días de gobierno.
Y eso enardeció a sus críticos.
Y es que, a pesar del frío y la lluvia, más de 350 mil personas se reunieron para mostrar su apoyo a la mandataria, incluyendo militantes de Morena, sindicatos y familias enteras.
Sheinbaum, arrobada por el respaldo popular, destacó avances en seguridad, programas sociales, empleo y economía.
La Presidenta enfatizó su compromiso con el pueblo y con la construcción del “Segundo piso de la Cuarta Transformación”.
Su firme postura firme ante las bravatas de Donald Trump fue aclamada por la multitud.
La derecha y la comentocracia pretenden escatimar sus logros.
Sin embargo, durante su mandato, se han aprobado más de 10 reformas constitucionales, incluyendo la elección popular de jueces y la protección de los derechos de las mujeres.
En el ámbito económico también hay motivos para celebrar.
De entrada, hay un récord histórico en empleos formales y un aumento significativo del salario mínimo, sin frenar las inversiones.
La inflación está bajo control, y las reservas internacionales del Banco de México alcanzan los 229 mil millones de dólares.
Y es ahí donde el neoliberalismo ha crispado los dientes.
Lamentablemente, a las élites no les gusta que este gobierno tenga un firme compromiso con la justicia social y la transparencia.
No por nada el grito de batalla de la Primera mandataria resonó en la plancha del Zócalo:”con el pueblo, para el pueblo y por el pueblo”.
