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Por Ricardo Sevilla
La Presidenta Claudia Sheinbaum pidió a la oposición que ya dejen descansar al presidente López Obrador.
La primera mandataria ironizo a los comentócratas que todo el tiempo están diciendo, sin pruebas, que a ella le dictan desde Palenque.
Y es que los personajes de la derecha, ayunos de argumentos, sostienen que la Presidenta recibe línea directa desde la quinta, donde vive, retirado, el presidente López Obrador.
Nada más falso y nada más tonto. Lo que ocurre es, como dice la Presidenta, que estos personajes no entienden. Y no entienden porque nunca estuvieron vinculados al pueblo.
Cuando el PRIAN gobernó lo hizo para una élite, para un grupúsculo que se enriquecía desvalijando a la nación. A lo largo de la historia de nuestro país, la constante era que no hubiera un gobierno cercano a la población.
Y ahora dicen que son la voz del pueblo. ¡Alucinan! Nunca lo han sido.
De hecho, los mexicanos desconfiamos del PRIAN debido a que, durante sexenios, dieron sobradas muestras de corrupción y políticas públicas ineficaces.
Nunca pudieron resolver problemas como la inseguridad y la desigualdad social. El PRI ha cargado con el peso de estos fracasos históricos, mientras que el PAN, durante sus mandatos, tampoco logró ofrecer alternativas efectivas, generando un hartazgo ciudadano que hoy es inmune a las mentiras.
Por ejemplo, la promesa de un sistema de salud gratuito y de calidad nunca se cumplió, dejando a la población vulnerable.
Durante las administraciones priístas y panistas, se reportó un aumento en la pobreza y desempleo. Pero son desmemoriados y se les olvidan sus fracasos rotundos.
Jamás hubo un pueblo que saliera a las calles a apoyar al PRI ni al PAN. Y, por eso, tiene razón la presidenta Sheinbaum cuando dice “que la verdad es que hay una unidad muy grande entre el gobierno y el pueblo”. Y es que eso, en toda la historia de nuestro país, nunca había existido, hasta que llegó AMLO.
