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El nepotismo y la Presidenta

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Por Eduardo López Betancourt

elb@unam.mx

Perjudicial a los gobiernos

El nepotismo es un término que se refiere a favorecer a familiares o amigos cercanos en la obtención de empleos, ascensos y contratos, independientemente de su capacidad o mérito. Esto puede ser perjudicial en ámbitos gubernamentales, ya que genera desigualdad, injusticia y corrupción.

La palabra “nepotismo” proviene del latín “nepos”, que significa “sobrino”. En la historia se ha utilizado para describir la práctica de los padres, por tratar de imponer a sus hijos en cargos relevantes.

Recientemente, Luis Rogelio Piñeda Taddei, hijo de Guadalupe Taddei Zavala, Presidenta del Instituto Nacional Electoral (INE), fue designado Secretario de la Consejería Jurídica del Estado de Sonora, por el Gobernador de aquella entidad. El planteamiento es claro ¿podrá doña Guadalupe ser imparcial en asuntos electorales donde estén inmiscuidos los sonorenses? La respuesta es clara, IMPOSIBLE; también, de pronto la hermana de la Secretaria de Gobernación ocupa un cargo selecto y los hijos de funcionarios destacados se vuelven contratistas, siguiendo la línea perversa del priismo y el panismo.

El nepotismo ha sido permanente en nuestra política y en la actualidad abundan los apellidos que a la usanza yucateca bien se les puede llamar “La Casta Divina”. Morena prometió acabar con todo ello, pero parece imposible. Lo que hay que reconocer es que, a la Dra. Claudia Sheinbaum, no se le sabe, ni se le conoce ningún acto de nepotismo, ejemplo digno de admiración que deberían seguir todos lo que colaboran con ella.

El nepotismo no es exclusivo de nuestro país, se presenta en todo el planeta y es evidente que un hombre de importante poder, no es fácil, resista la tentación de apoyar a sus familiares y amigos para ocupar altos cargos. Estar “pegados a la ubre” del presupuesto por el solo hecho de ser parientes, da muestras claras de deshonestidad e inmoralidad manifiesta.

El nepotismo, en conclusión, es una práctica de graves consecuencias sociales que desprestigia de manera absoluta, inclusive a un buen gobierno. Erradicarla debe ser prioritario, y nuevamente el ejemplo de la Presidenta, deberá ser atendido, promovido y cumplido por sus colaboradores y demás entes del gobierno.

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