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Por Lengua larga
En la alcaldía Azcapotzalco hay un chintololo que asegura que para él no hay nada más importante que su trabajo, el problema es que no sabemos cuál de todos.
Leonardo Vanegas es el Jefe de Unidad Departamental de Fomento al Empleo y aunque ha estado trabajando por hacer convenios para que los habitantes de Azcapotzalco tengan una oportunidad laboral ha descuidado un tanto la oficina por desempeñarse en su otro trabajo.
El hombre es mejor conocido como “Cocobonbo”, hágase usted el favor, habiendo tantos nombres y eligió uno que deja mucho que desear; aunque muchos le llaman coco, ¿será que espanta? Su apodo lo recibió tras crear su sonidero, así como usted lo lee querido lector, además de funcionario público le hace a eso de la cumbia y salsa sonidera.
Dicen por ahí que este chintololo nato es puro cuento y que se hace el música para no ir a trabajar a la alcaldía; claro está con la venia de su jefe que es más labregón que nada.
Arturo Barajas deja que Vanegas haga y deshaga en la alcaldía para que siga con su sueño de ser un sonidero del nivel deshaga Súper Dengue o Cóndor, aguas Leonardo, ya ves cómo terminó éste último; sin permisos y con el ojo morado.
Lo que bien es cierto es que últimamente las calles de Chintololandia se han convertido en una pista de baile gigante.
Esta chismosa le quiere decir a usted que lee estas líneas que ayer que se publicó el mal comportamiento de César Olivares, quien fue compañero de concejo de Leonardo Vanegas, llegó hasta esta redacción la noticia de que además de extorsionador es todo un borracho. ¡Ahora sabemos para que cobra piso en Azcapo, para echarse sus chupitos!