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Al ser una droga altamente adictiva y de efectos devastadores tanto físicos como psicológicos, representa un reto monumental para las autoridades de salud locales
REDACCIÓN, GRUPO CANTÓN
Durante el 2024, los Centros de Atención a la Salud Mental en la entidad registraron más de 35 mil consultas relacionadas con trastornos como ansiedad y depresión, los cuales encabezan la lista de afecciones más frecuentes entre la población mexiquense.
Sin embargo, un fenómeno que genera gran preocupación, es el notable incremento en el consumo de drogas sintéticas, particularmente el cristal, que ha escalado al segundo lugar entre las sustancias más consumidas en la región, según informó José Raúl Naveda López Padilla, director del Instituto Mexiquense de Salud Mental y Adicciones.
Hasta el 2023, las sustancias con mayor prevalencia en el Estado de México eran el alcohol, la marihuana, las metanfetaminas, el cristal y el tabaco, en ese orden.
En el 2024, el cristal ha desplazado a la marihuana al tercer lugar, situándose como la segunda droga más consumida, después del alcohol.
Uno de los hallazgos más alarmantes en las investigaciones realizadas por el instituto es la alta incidencia de “patología dual”, un término que se refiere a la coexistencia de dos trastornos: el consumo de sustancias psicoactivas y problemas de salud mental como ansiedad o depresión.
El director explicó que esta relación se ha intensificado tras la pandemia de COVID-19, que dejó a su paso una mayor exposición a situaciones traumáticas, pérdidas familiares y aislamiento social.
Otra preocupación creciente es la disminución en la edad de inicio del consumo de sustancias adictivas, que ahora comienza a partir de los 12 años. Este hecho pone en riesgo a las generaciones más jóvenes, quienes enfrentan un entorno cada vez más hostil en términos de salud mental y exposición a sustancias peligrosas.
El cristal, al ser una droga altamente adictiva y de efectos devastadores tanto físicos como psicológicos, representa un reto monumental para las autoridades de salud y las familias. Además, su bajo costo y facilidad de acceso han contribuido a su rápida popularidad entre adolescentes y jóvenes adultos
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