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Por Eduardo López Betancourt
elb@unam.mx
Momento de hacer un balance
El año que concluye es un tapiz de emociones, un mosaico de momentos de éxito, fracasos, ilusiones, decepciones, alegría y tristeza, guardadas en nuestro corazón.
También, de la unión y el amor que fortaleció nuestros lazos con la familia y amigos, donde sin duda, la pérdida de seres queridos deja un vacío en nuestras vidas.
Este fin de año, es momento de hacer un balance, evaluar lo logrado y lo que no se ha obtenido, de reflexionar sobre lo que ha funcionado y lo que no; es tiempo de mirar hacia adelante, soñar con un futuro mejor, de hacer planes y proyectos que nos permitan mejorar. La balanza de la vida es un ejercicio que debemos practicar constantemente, con lo que nos hace y no felices, identificar lo que nos fortalece y debilita y, sobre todo, tomar decisiones para mantener lo bueno, cambiar lo malo y crecer. Te invito a que te tomes un momento para repasar tu vida.
Seamos agradecidos por lo recibido, con quienes nos han acompañado; por las oportunidades y los desafíos que hemos superado. Pidamos por lo que queremos, por la salud, felicidad, paz, prosperidad y amor.
La vida es un regalo al que debemos corresponder, disfrutar y compartir lo que se tiene, con los demás. Que este fin de año sea de meditación, renovación y prosperidad.
En mi caso, he tratado de cumplir con estos ideales. Intento transmitir conocimientos, valores y principios que les permitan a quienes me leen o escuchan, ser personas integras y responsables. Mi experiencia ha sido enriquecedora, me siento afortunado de haber compartido con tantos familiares y amigos talentosos y, aunque he enfrentado desafíos y críticas a lo largo de mi carrera, mi pasión por vivir y hacer un recuento, me resulta favorable por los grandes y generosos bienes que ha recibido. Así, expreso mi gratitud al año que hoy nos deja. Gracias 2024.