Visitas
Ante el incremento de gastos durante esta temporada, las preocupaciones económicas también contribuyen al deterioro emocional de los abuelitos
REDACCIÓN, GRUPO CANTÓN
EDOMEX.- La llegada del Año Nuevo, marcada por la disminución de luz natural y temperaturas más frías, aumenta los casos de depresión en la población, con un impacto más severo en las personas de la tercera edad.
De acuerdo con especialistas, estos factores ambientales, combinados con condiciones personales y emocionales, elevan el riesgo de suicidio en este sector vulnerable.
Estefanía López, psicóloga de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), explicó que la “influencia del ambiente” juega un papel importante en la salud mental.
“Estar en ambientes oscuros y fríos puede reflejarse en los estados de ánimo, generando tristeza y apatía”, señaló.
Sin embargo, destacó que el entorno no es el único factor. En las personas mayores, se suman condiciones internas como problemas de salud, dolor físico y la pérdida de seres queridos, lo que intensifica la sensación de soledad e insatisfacción con la vida.
López enfatizó que las fiestas de fin de año, asociadas culturalmente con alegría y reuniones familiares, pueden convertirse en un periodo de alto riesgo para quienes carecen de apoyo emocional o económico.
La psicóloga detalló que en las personas mayores, la depresión se manifiesta de manera particular, como el exceso de sueño, la falta de apetito y un incremento en los reproches hacia sí mismos.
Otro indicador clave es la aparición de dolores físicos sin causa médica aparente, conocidos como síntomas psicosomáticos, que reflejan el impacto emocional en el cuerpo.
Ante el incremento de gastos durante esta temporada, las preocupaciones económicas también contribuyen al deterioro emocional en los adultos mayores. Por ello, López hizo un llamado a las familias y cuidadores a estar atentos a las señales de alerta, como cambios drásticos en el comportamiento, tristeza prolongada o aislamiento social.
TE RECOMENDAMOS:
