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La esperada revancha entre Oleksander Usyk y Tyson Fury cumplió con todas las expectativas, ofreciendo una auténtica guerra en el cuadrilátero. Desde el primer campanazo, la intensidad marcó cada segundo de la pelea. Usyk, con su característico estilo técnico, y Fury, imponente con su tamaño y astucia, dejaron claro por qué ambos son considerados leyendas vivas del boxeo.
La pelea fue un constante ir y venir. Round tras round, los jueces reflejaron en sus tarjetas lo que se veía en el ring: una batalla pareja donde ninguno cedía terreno. Fury apostó por su alcance y poder, mientras que Usyk, con movimientos precisos y combinaciones certeras, contrarrestó con inteligencia. La tensión se mantuvo hasta el último asalto, dejando al público en vilo.
Al final, las tarjetas de los tres jueces coincidieron: 116-113 a favor de Oleksander Usyk. Con esta victoria, el ucraniano no solo retuvo sus títulos del CMB, AMB, OMB, IBO y Ring Magazine, sino que consolidó su lugar como el mejor libra por libra del mundo. En un deporte donde la grandeza se mide por los retos superados, Usyk demostró una vez más que está en la cima del boxeo mundial.