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Fue en 2021 cuando el expresidente López Obrador dijo que Laboratorios PiSA formaba parte de las 10 empresas que monopolizaban el mercado de productos oncológicos, responsables de generar escasez al intentar presionar al gobierno de aceptar los sobreprecios en las compras del sector salud. PiSA, también fue la marca responsable de los insumos que mataron a más de 50 niños en Jalisco por medicamentos contaminados en 2019, por ese motivo fueron sancionados por la COFEPRIS, ordenando el cierre de actividades; entonces, la bacteria fue diferente pero el laboratorio y el medio (nutrición parenteral) fue el mismo. Otras sanciones se dieron en 2020 a PiSA y DIMESA (una filial del mismo grupo) y fueron inhabilitadas y multadas por actuar dolosamente y proporcionar documentos falsos para obtener contratos con el IMSS, las prácticas de corrupción de la farmacéutica los ubican en sociedades offshore en Panamá e Islas Vírgenes junto con otras tres empresas asociadas, investigadas por el gobierno español.
Según su propia página, PiSa nació en 1945 con el objetivo de cubrir para el mercado mexicano medicamentos infantiles que no se fabricaban en el país, las necesidades eran cubiertas con medicamentos para adultos en dosis menores y fue Miguel Álvarez Ochoa y otros 6 doctores que en 1950 tuvieron sus primeras instalaciones especializadas enGuadalajara, el crecimiento vino 20 años después con la primera planta de soluciones parenterales y hoy cuenta con un amplio catálogo y sedes en 13 países.
Con una fundación, ranchos, caballos de pura raza entre otras muchas propiedades, el multimillonario Carlos Álvarez Bermejillo, presidente ejecutivo de PiSA y sus hijos Stella, Esteban, Juan Carlos y Santiago, poseen una fortuna que les ha permitido donar, por ejemplo, 6 millones a la asociación Mexicanos Contra la Corrupción entre 2016 y 2017, según fue documentado por la Unidad de Inteligencia Financiera.
El poder económico y político de este tipo de empresas las han vuelto prácticamente inmunes a las regulaciones del gobierno y siguen, como Salinas Pliego, obteniendo concesiones del Gobierno Federal, aunque deban a hacienda, aunque defrauden, aunque monopolicen el mercado y provoquen escasez, aunque maten inocentes. Lo importante es “ganar” a costa de lo que sea. Mentalidad de “tiburón”, le llaman.
Ana María Vázquez
Escritora/Dramaturga
@Anamariavazquez