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Se necesita poder, poder económico y mediático para citar a una conferencia de medios; un ciudadano común no sabría ni por dónde empezar. Se necesita poder para hacer un tour de medios (así se llama) y pasar por los principales noticieros para “leer” las líneas de escritura de alguien y afirmar con contundencia las cosas más descabelladas de una persona sin siquiera conocerla, pero se necesita también una profunda ignorancia por parte de quien aún cree que las pseudo ciencias o los remedios mágicos pueden, con solo desearlo o escribirlo, cambiar radicalmente algún mal. Parece que el mundo ha involucionado y ahora muchos dueños de medios se atreven a invitar a probados charlatanes otorgándoles la credibilidad que te da el “salir en la tele” o porque lo anunció “Regil”, y a su vez, estos invitados, disfrazan su negocio de un aura de veracidad que por supuesto no tienen, pero que poco a poco les va otorgando dinero y un cierto poder sobre las masas dormidas que prefieren los remedios mágicos y rápidos en lugar de la real asistencia médica.
Y es con ese poder, económico y mediático que se sienten dueños de la voz e intocables en un mundo que ya no pueden manejar y en el que voces más informadas desmentirán las falsedades dichas por los charlatanes, pero ahí es donde ya no les gusta… cómo, ¿criticarlos? ¡sacrilegio!
El presidente López Obrador, sus hijos y la actual presidenta Sheinbaum han tenido que soportar mentiras, intentos de chantaje, insultos y denuestos y jamás ha habido una respuesta legal para silenciar a los detractores, a lo mucho, un desmentido con pruebas cuando la mentira es francamente descabellada. ¿Por qué entonces no se podrá desmentir públicamente a los charlatanes cuando evidentemente venden aire y lucran con ello? ¿por qué con palancas se intentan silenciar a las voces discordantes y se utilizan los recursos públicos de los juzgados para llevar hasta sus últimas consecuencias (aunque se inventen delitos) a quien cuestiona?
De nuevo, los medios públicos son absolutamente responsables de cobijar, promover y difundir la charlatanería en aras del espectáculo y el rating, no les importa qué tan falso sea lo que vendan, el caso es vender, la ética la desconocen, y de nuevo, a ti, consumidor de medios públicos, te usan para incrementar sus ingresos…y ni cuenta te das.
Ana María Vázquez
Escritora/Dramaturga
@Anamariavazquez