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MARIO LÓPEZ
El abigeato, conocido como el robo de ganado, es un problema significativo en el Estado de México, particularmente en municipios con alta actividad agrícola y ganadera como Jilotepec, Aculco, Ixtlahuaca y Atlacomulco.
Los alcaldes Rodolfo Noguez Barajas (PRI), de Jilotepec; Valeria Cruz Olvera (Morena), de Aculco; María Guadalupe Díaz Aviléz, de Ixtlahuaca y Nicolás Martínez Romero, de Atlacomulco (Morena), enfrentarán este problema delictivo a partir del 2025.
Estas zonas rurales enfrentan condiciones que las hacen especialmente vulnerables, debido a su ubicación estratégica y a la extensión de terrenos de pastoreo que dificulta una vigilancia constante y efectiva.
Según la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), durante 2023 se registraron aproximadamente 450 casos de abigeato, lo que representa un promedio de casi 40 delitos al mes.
Además, este ilícito suele estar vinculado con redes delictivas organizadas que transportan y comercializan el ganado robado en otros estados o incluso fuera del país.
Entre las deficiencias que contribuyen a la prevalencia de este delito, en los cuatro municipios, destacan la falta de vigilancia y patrullaje en las zonas rurales, la insuficiencia de recursos y personal en las corporaciones policiales municipales y estatales, así como la carencia de tecnología moderna para el monitoreo y rastreo de ganado.
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