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Pase al departamento de quejas

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La ambiciosa meta del partido MORENA de afiliar a 10 millones de simpatizantes al partido en el siguiente año es un muy buen deseo y quizá hasta una carta a “Santa Claus” que puede tropezar con la consecuencia de los actos que los propios dirigentes han provocado en los fundadores del movimiento y que, luego de la ascensión del expresidente López Obrador se han visto relegados, beneficiando a los más hábiles o los más “conectados”

“Mi prioridad (dijo AMLO en 2019), es 90% de honestidad y 10% de experiencia”, pero en los hechos, es lo contrario, ya en la selección de “corcholatas”, se privilegió a un Ricardo Monreal que debía más explicaciones que promesas de campaña; después, la colección de impresentables para conformar las cámaras, gente que un día antes había declarado su odio y rechazo al movimiento, fue blanqueada por el halo morenista y presentada como militante de “hueso colorado”, como el de Sergio Mayer. En Tamaulipas, Yucatán y Puebla se dieron los casos más escandalosos de chapulineo mientras las bases, desde sus trincheras, exigían al movimiento equidad.

El caso más sonado fue el que la semana pasada protagonizó la gobernadora de Campeche, Layda Sansores al nombrar a Jorge Luis Lavalle (en proceso por el caso Odebrecht) nuevo secretario de desarrollo económico.

Las declaraciones de Luisa María Alcalde, actual presidenta de Morena, sobre seguir trabajando con la militancia, se topan con la realidad de los hechos.

Durante el cierre de la gira nacional del partido, llamó a evitar el divisionismo y enfocarse en consolidar el segundo piso de la 4T.

“Cuidar el legado (dijo López Beltrán) y aportar a la transformación del país, pasa por construir partido. Un partido fuerte del tamaño de la simpatía y apoyo que tiene, pero también y sobre todo, cuidarlo mucho”

Sin embargo, las quejas de las bases siguen sin ser escuchadas, a pregunta expresa sobre el escándalo Lavalle/Layda, Alcalde respondió “¿cómo se resuelven estas diferencias? Pues a través de la Comisión de Honestidad y Justicia. 

Sería bueno que, para empezar, se condenaran públicamente estas acciones en lugar de mandar a la militancia al “departamento de quejas”. Un partido hecho por el pueblo, perderá simpatías por el desgaste provocado entre el discurso y la contradicción de los hechos.

Ana María Vázquez

Escritora/Dramaturga

@Anamariavazquez

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