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Por LENGUA LARGA
Beatriz Hernández, del Partido del Trabajo, resultó ser toda una cínica en potencia. La mujer que presume ser diputada suplente del Congreso de la Ciudad de México resultó ser una doble cara.
En la casa de esta columnista reza una frase “hay quienes no pueden con una moral y por eso tienen dos”, y pues con Hernández queda muestra de ello.
La petista, que ha construido todo manejándose por dos vías, maneja la hipocresía como su perfume principal y aunque esta columna se llama Lengua Larga, quien en realidad la tiene, es ella.
Se ha dedicado a hablar pestes de Enrique Villareal y Oscar Coronado, el primero es diputado local y el segundo su secretario por no decir “su criado”.
La mujer no los baja de “pendejos” y “soberbios”, además de que se dice por ahí que no soporta a Magdalena Núñez aunque se la pasa subiendo fotografías con ella pues sabe que con el enemigo, mientras más cerca, mejor.
Y no solo eso, también se la pasa despotricando contra los Cantú. Además, la mujer no baja de “estúpida e ignorante” a Jacqueline Fernández, la concejala que ocupa su puesto en la Miguel Hidalgo y que, aunque pertenecen a las alianzas de la 4T, ambas son unas paleras del gobierno panista de la alcaldía.
Pero bueno, el kharma apremia y su hijo Blas Hernández es uno de los personajes más odiados y criticados del concejo de la alcaldía en donde su mami le consiguió un puesto como concejal. ¡Vaya cínica!