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Claudia y los medios comerciales (lo absurdo)

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Por Sabina Berman

¿De qué viven los medios comerciales?

Los mayores medios comerciales viven sobre todo del dinero que les da el gobierno. Sus otras entradas son menores. Y en el caso de las televisoras, sus barras de opinión existen solo y solo para cobrar ese dinero del gobierno.

Ya lo sabe el lector, la lectora, López Obrador inauguró el sexenio anterior una conferencia diaria, La Mañanera, que lo puso a salvo de la opinión de los medios comerciales, naturalmente neoliberales, permitiéndole comunicarse directamente con la gente.

Tal vez el lector, la lectora, sepa menos que López Obrador les siguió pagando la tercera parte del subsidio tradicional a los medios comerciales –el mismo subsidio que ahora la presidenta aún paga.

Esto es lo que recibieron en el año 2024 los medios comerciales –y presuntamente recibirán el primer año del gobierno de Claudia Sheinbaum.

Televisa, el más beneficiado, recibió 1 mil 858 millones de pesos.

TV Azteca, 1 mil 278 millones.

Medios Masivos Mexicanos, 1 mil 227.9 millones de pesos.

¿Y qué le darán a cambio al gobierno?
Oficialmente “publicidad”, pero es consabido que ese gasto es para otra cosa. Es un pago para asegurar la buena voluntad de los medios comerciales con el gobierno.
Se preguntará ahora el lector, la lectora, en qué sentido cumplen los medios comerciales con esa buena voluntad hacia el gobierno. La respuesta es: en sentido figurado.

En realidad, los medios comerciales fueron la Oposición durante el sexenio de López Obrador, a pesar del subsidio, y hoy son algo parecido.

Cuatro voces de Derecha por cada voz de Izquierda en cada mesa de debate, son hoy el retrato del mundo al revés de lo que sucede en las calles del país, donde 3 de cada 4 electores hoy votaría por la Izquierda, según las encuestas más recientes.

Así, ese enorme subsidio a los medios comerciales se paga más bien por inercia del actual gobierno. Por algo así como una superstición. Se teme que de no pagarlo, algo tremendo sucedería. Por ejemplo, los medios comerciales cobrarían alguna venganza.

¿Absurdo?

Espere el lector a otros datos para entender qué absurdo es.

Resulta que por ley, los medios que sí deben depender del gobierno federal, son los que aglutina la SPR, el Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano: 4 televisoras pequeñas y una radiodifusora. Y a esos medios el gobierno les da en conjunto 656.5 mdp.

Es decir, menos dinero que lo que le da a Televisa o a TV Azteca. Vaya, la mitad de lo que le da a Televisa o a TV Azteca.

No tiene sentido por donde se mire.

Sobornar el criterio editorial de medios comerciales, es perverso. Y es perverso que medios que se dicen comerciales lo exijan y amaguen venganzas si no son subsidiados.

Pero tener medios públicos escasamente fondeados, es simplemente ineficaz. Es destinarlos a que no puedan dar una competencia real con los medios comerciales, ni puedan cumplir su principal misión, la de elevar el nivel de la calidad de la comunicación del país.

Lo pulcro y útil para la sociedad sería que los medios comerciales sean comerciales –dependan de sus clientes– y que los medios públicos sí sean fondeados de forma suficiente como para hacer una diferencia.

Y la solución económica para hacerlo, es evidente. El subsidio a los medios comerciales debe pasar a los medios públicos.

Que al pan se le llame pan, y al vino se le llame vino.

Según Quevedo, el mejor hablador jamás habido del idioma español, este es el principio del buen uso de la comunicación.

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