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Está columnista se permitirá, por primera vez, hacer una aclaración. Hace unos días se le dedicó una columna a “la arribista”, de Ana Villagrán, quien retomó las líneas y con una imagen recortada del PDF de Diario Basta! lo montó en sus redes sociales y puso una letanía. Sin embargo, lo importante no son la sarta de sandeces que escribió sino el quererse hacer notar y pues bueno, aquí va. “Luisa deja de gastarte tu dinero o el de tu Marido, al que le regalaste una diputación, en meterme trascendidos”, escribió Ana en su tuit, sí tuit porque está columnista no se ha adaptado al cambio de nombre. Querida Villagrán, a diferencia de ti que te vendiste a Morena, esta escribana no recibió ningún dinero de parte de Luisa Gutiérrez Ureña, de quien hiciste alusión en tu post, ese que después la cúpula del partido guinda te obligó a bajar por andar de grillera; la panista ha sido protagonista en muchas ocasiones de Lengua Larga.
Se sabe que lo que te ardió fue que Luisa pusiera en una curul a su esposo Andrés Sánchez Miranda y que no se te diera la oportunidad de repetir en la diputación, pero también es de conocimiento público, que el dinero que recibiste para tu módulo de atención lo usaste muy bien, para muestra los implantes que te pusiste.
¡Qué conste que a esta chismosa no le importa lo que hagas con tu cuerpo! Pero se habla por ahí que mejor te hubieras arreglado la nariz, esa que metes en todos lados. “Pero por más transcendidos que me metas tú y los tuyos jamás serán algo más de lo que son ahorita”, escribió en otra parte de su publicación; y pues a esta columnista le queda claro que Luisa ha crecido lo suficiente, tanto que hoy por hoy es la única candidata a presidir el PAN en la CDMX. Y si no lo sabías, Von Roehrich sabe perfectamente quién es Luisa, de ti, pocos hablan en el PAN, dicen por ahí que los muertos mueren cuando se les olvidan.
