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Por Lengua Larga
Altagracia Méndez se acaba de ganar el mote de la Barbie de la Miguel Hidalgo y no precisamente es porque sea esbelta, de cuerpazo y rubia sino porque resultó ser una todologa en potencia.
Así como usted lo lee, resulta que la priísta se tomó muy en serio lo de “ser lo que quieras ser” y lo está aplicando desde que comenzó la administración pasada de Mauricio Tabe.
La concejal además de ser una política de pacotilla ya fue fisioterapeuta, enfermera, manicurista, psicóloga, niñera, otorrinolaringóloga, barrendera, pintora de brocha gorda, lava pisos y ahora sirvienta.
No cabe la menor duda de que Barbie inspira y queda constancia que Altagracia es un claro ejemplo de ello.
Resulta que la mujer repetirá como presidenta de la Comisión de Participación Ciudadana dentro del Concejo de la alcaldía, y pues anda “en friega” tapando los desperfectos que las empresas que fueron contratadas para aplicar el Presupuesto Participativo dejaron por ahí.
Es de recordar que muchos vecinos han reclamado a Mauricio Tabe la mala aplicación y ejecución de los recursos en sus colonias.
A esta columnista le llegó el rumor de que son tantos imperfectos que Méndez ya no sabe qué hacer para ocultar los fallos, y que es tanto el trabajo que está haciendo en los mercados públicos que anda por la alcaldía sudada y con un olor a sudor que ni su equipo soporta. ¡Una bañadita ni le cae mal a nadie, eh!
