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MARIO LÓPEZ
El municipio de Naucalpan enfrenta una grave crisis de inseguridad que combina altos índices delictivos, percepción ciudadana desfavorable y casos de corrupción al interior de sus instituciones, los cuales serán todo un reto para el alcalde electo Isaac Montoya.
La reciente detención de Omar “N”, subdirector de Seguridad Pública Municipal, acusado de presuntos vínculos con actividades ilícitas, marca un punto crítico para el cierre de la administración panista de Angélica Moya Marín.
Según cifras del Semáforo Delictivo y la Secretaría de Seguridad del Estado de México, hasta noviembre de 2024, se registraron 8 mil 085 incidentes delictivos en Naucalpan. Los robos a transeúntes, transporte público y vehículos, son los delitos más frecuentes, junto con violencia familiar y lesiones dolosas.
Estos crímenes, que afectan principalmente zonas de alto tránsito, son resultado de la falta de vigilancia efectiva y una limitada acción gubernamental.
Además, Naucalpan ocupa el segundo lugar a nivel nacional en percepción de inseguridad, según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI. Un 89.6 por ciento de los ciudadanos considera que, vivir en el municipio es inseguro.
Los espacios más temidos incluyen cajeros automáticos (69.4%), transporte público (63.9%) y carreteras (53.9%). La complicidad de algunos elementos de la policía municipal, en los delitos agrava la situación.
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