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Pobladores temen que las extorsiones aumenten en la próxima nueva administración por los presuntos nexos del alcalde electo con organizaciones criminales locales
HÉCTOR QUEZADA
En Calimaya, durante los primeros nueve meses de este año, solo en seis colonias, se autorizaron al menos 21 permisos de construcción, todas estas para uso habitacional, sin embargo, los pobladores temen que esto se trate de una red de corrupción inmobiliaria, misma que podría continuar con el alcalde electo, Omar Sánchez, quien cuenta con acusaciones por su posible nexo con grupos criminales.
De acuerdo con los habitantes del municipio, durante este año, el costo por metro cuadrado fue de un 16% en comparación con el primer semestre del 2023, no obstante, los pobladores han manifestado su preocupación derivada de que las diversas obras han terminado con áreas verdes y ha provocado tala desmedida.
No obstante, este crecimiento inmobiliario ha sido apoyado por el todavía edil Óscar Hernández, quien por más de 10 años ha pactado con grupos panistas y diversas empresas para que operen en el municipio, entre las que se encuentra Geo Edificaciones, la cual, fue declarada en quiebra en 2019, sin embargo, sus obras en el municipio comenzaron en 2007, cuando se autorizó la construcción de más de 3 mil viviendas por parte de la entonces administración estatal priísta.
Del mismo modo, esta empresa creó la asociación “Colonos del Conjunto Urbano Villas del Campo”, colonia donde este año se autorizó la construcción de tres viviendas más, esto con el fin de cobrar cuotas a los vecinos por la supuesta prestación de servicios.
Sin embargo, esta no ha sido la única empresa inmobiliaria apoyada por el panista, pues este año, la administración municipal entregó permisos a Conjunto Parnelli, una empresa señalada por la destrucción de espacios verdes para la construcción de viviendas y que ha expandido sus operaciones en colonias como San Andrés Ocotlán, donde este año se otorgaron al menos nueve permisos para la edificación de departamentos.
Tras las elecciones, donde Sánchez Velázquez fue electo como edil, la corrupción y extorsiones podría continuar, puesto que se presume que su campaña la financió el crimen.
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