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Por Ricardo Sevilla
Ayer fue un día histórico. Y eso se debió a la consagración de la igualdad sustantiva de las mujeres en la Constitución, un logro que refleja las incansables luchas de muchísimas mujeres y colectivos.
Y me alegra saber que la presidenta Claudia Sheinbaum, comprometida con el avance de los derechos femeninos, ha decidido encabezar un gobierno que prioriza la equidad y el respaldo a las mujeres.
La doctora Sheinbaum ha dicho, una y otra vez, que “es tiempo de mujeres’.
Y no ha sido un eslogan vacío, sino una convicción y una actitud respaldada con acciones.
Esta reforma garantiza, entre otras cosas, el derecho a una vida libre de violencia y establece fiscalías especializadas en delitos contra mujeres, un paso crucial en un país donde la violencia de género es alarmante.
La reforma también aborda la disparidad salarial, afirmando que “igual trabajo, igual pago” debe ser una realidad. Este cambio legislativo busca derribar estructuras patriarcales que, lamentablemente, han perpetuado la desigualdad.
Y la voz de mujeres como la periodista Rebeka Zebrekos resuena en este contexto; y eso se debe a que su lucha contra el acoso en Televisión Azteca es un símbolo del empoderamiento femenino. Rebeka, víctima de discriminación y acoso en esa empresa, se niega a aceptar un acuerdo que silenciaría su experiencia, desafiando a una empresa que intenta ocultar sus abusos.
La respuesta de figuras como Citlali Hernández, la secretaria de mujeres, subraya la importancia de visibilizar estas injusticias.
Y, la verdad sea dicha, la lucha por los derechos de las mujeres no solo es un asunto personal, sino, en el mejor de los casos, un llamado a la acción colectiva para construir entornos laborales más seguros y justos.
Este momento marca un cambio significativo en la narrativa sobre el papel de las mujeres en la sociedad mexicana.
Sobre todo entre quienes han decidido no l quedarse calladas ante el acoso y la discriminación. La historia avanza, y con ella, la esperanza de un futuro más equitativo entre mujeres y hombres.
