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Por Salvador Guerrero Chiprés
@guerrerochipres
La oposición sucumbe a la tentación simplificadora. En contraste con la idea de una política social “de ocurrencias”, el programa de gobierno en la CDMX exhibe compromiso con el mejoramiento urbano y comunitario en el proceso de construcción de un futuro menos desigual. Se define mayoritariamente una expectativa común.
Impulsado por la Jefa de Gobierno de la capital nacional, Clara Brugada, se ha desplegado un trabajo institucional para la atención en aspectos básicos como bacheo o iluminación.
Ciudades bien iluminadas son percibidas como espacios más seguros. “Prefiero que la gente me reclame que no puede dormir de tanta luz”, dijo Brugada ayer en la alcaldía Gustavo A. Madero, gobernada por Janecarlo Lozano en la jornada de Gobierno Casa por Casa.
La voluntad gubernamental y ciudadana por mejorar el entorno, como con la reparación de baches, “no será llamarada de petate”, expresó en una actitud de correspondencia cotidiana con una ciudadanía harta de políticos indispuestos a seguir en territorio y casa por casa una vez ganada la elección.
Las estrategias continuas cercanas a la ciudadanía son útiles al desarrollo de sociedades inclusivas, justas y sostenibles. Los países con políticas integrales en salud, educación, protección para adultos mayores o desde la primera infancia e infraestructura han logrado una calidad de vida elevada y mayor cohesión social.
Finlandia ofrece a todas las madres un “paquete de maternidad” que incluye ropa, pañales, y hasta una cama para la o el bebé. Hoy, en la CDMX comienza la entrega de apoyos del programa “Desde la Cuna” para niñas y niños de cero a tres años.
Los modelos de estado de bienestar que integran apoyo a las y los más vulnerables se convierten en un referente para un futuro común, para una comunidad iluminada… por la política social.
