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Por Lengua Larga
Mientras a esta escribana le llegaba el rumor que acá abajo ha de escribir se permitió recordar la famosa serie de televisión “La Niñera” en donde “La nana Fine” era la protagonista.
Pues en esta historia tenemos una nana también pero no es la famosa, Fran Drescher, sino Altagracia Méndez, concejala del PRI en Miguel Hidalgo, que se convirtió desde hace un mes en la niñera de Juan Pablo Beltrán Viggiano, concejal del mismo partido que llegó por “su esfuerzo y méritos propios al puesto”, que quede claro que ser hijo de la excandidata al gobierno de Hidalgo y senadora Carolina Viggiano, eso querido lector, no tuvo nada que ver.
Bueno, regresando a lo importante, desde la cúpula capitalina del Revolucionario Institucional le encomendaron la misión a Méndez de cuidar al hijo pródigo de Carolina bajo la premisa de que “la alcaldía Miguel Hidalgo tiene zonas muy feas”.
Y aquel encargo desataría la furia de Méndez, quien por algunos pasillos y sin percatarse de las orejas paradas que andaban sueltas, dijo que “ahora resulta que tengo que ser niñera de un niño pendejo”.
Señor, señora, que conste que esto lo dijo Altagracia y no salió de la lengua de esta escribana; quien siempre tiene claro que es mejor poner los puntos sobre las ies.
Pero ahí no para la cosa, recientemente ambos tuvieron un evento en el Skate Park, en donde JuanPi, como le dice el priísmo, hizo entrega de regalos a los patinadores que ahí se encontraban.
El niño Viggiano les regaló nada más y nada menos que unas bolsitas de Cheetos, cosa que hizo que el enojo de Altagracia fuera aún mayor, pues con sumo desdén arremetió contra el joven y dijo “con tanto dinero que tiene la mamá y se pone a entregar chingaderas”.
Y eso que no le ponemos aquí toda la sarta de sandeces que Méndez habla de Carolina, porque si la senadora se enterara Altagracia estaría fuera del partido.
¡Ay Méndez, ahora si la tienes complicada, ser víbora y niñera no se llevan bien!